viernes, 1 de febrero de 2013

Un email como prueba

En este post facilitamos un esquema de un interesante artículo publicado por la Ley Grupo Wolters Kluver cuyo enlace facilitamos.

El correo electrónico se ha convertido en un medio de comunicación muy usado tanto por particulares como empresas y depende de la forma en la que se aporte como prueba a un juicio podrá tener el valor de un burofax.

Si únicamente aportamos su impresión su valor probatorio será escaso puesto que es muy fácil generar documentos de texto con una apariencia idéntica lo que conlleva una duda razonable sobre su autenticidad.

Que un notario levante un acta notarial que acredite que la impresión que se aporta es fiel reflejo de lo que ve impreso en la pantalla de ordenador certifica que el correo está contenido en un ordenador pero no que sea original y verídico.

Así pues, el valor probatorio de un correo electrónico solo se logra mediante el correspondiente informe pericial informático en el cual se analice el equipo, o equipos, que lo contiene, los datos de cabecera y, sobre todo, su correspondencia cronológica. Datos que en principio están ocultos.

Los mensajes de correo electrónico siguen una estructura predefinida (standard RFC 822) que son denominadas cabecera y cuerpo del mensaje.

En la cabecera encontramos datos que son aportados por el servidor de correo del proveedor de servicios utilizado y que permite determinar la huella cronológica real del correo, al margen de la fecha y hora que pudiesen tener los equipos emisor y receptor. Asimismo, permite conocer otra información, como el nombre del equipo en el que se redactó, algo que puede ayudar a señalar a un equipo en concreto y, por lo tanto, al posible autor del mismo.

El cuerpo, es la que contiene o transporta la información, aparece después de la línea null que marca el fin de la cabecera y se compone de una serie de líneas que contienen caracteres ASCII y cuya longitud depende de la cantidad de información que el usuario desea transmitir.

Para más información (ejemplo incluido):
Valor probatorio del email

2 comentarios :

  1. Interesante aportación.
    Este es sin duda el objetivo de este blog servir de red donde tanto particulares como profesionales podamos intercambiar información de manera gratuita.
    Agradecemos el contenido pero para contrastar su veracidad necesitamos si no fuera inconveniente identificar la autoría.
    Gracias por seguirnos.

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  2. Es evidente que el comentario anónimo del 7-2-2013 es de alguien que no se ha leido el artículo, o bien no lo ha entendido. En modo alguno se afirma que la mera existencia de las cabeceras "otorga valor probatorio". Es más, en el propio artículo se indica que como ficheros de texto que son son muy fáciles de falsificar. Es el análisis del contenido de dichas cabeceras lo que puede probar la autenticidad.

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